Había esperado esa situación desde que llegué de Argentina. Fueron largos meses de sequia y ya lo empezaba a notar. Lindo lindo lindo. Así era el muchacho. Tuve dudas. No lo conocía y nunca hasta ese momento pude dejarme llevar sin más. Soy más mental. Insegura. Necesito cubrir todos los frentes y tener una mínima idea de cómo será la cosa cuando se concrete. Así que lo hice laburar como enano, mientras yo disfrutaba de sus variadas técnicas de seducción. Probó lo clásico: música, poesía, mirá qué feliz que soy. Después pasó al sufrido: la estoy pasando mal. Son momentos feos, ven a cuidarme. Luego vino el me calientas, te veo y me pongo loco, eres tan linda que es un peligro. Hasta que llegó el sábado por la noche y me agarró con varios mojitos arriba. En definitiva eso fue lo que logró que me metiera en su sofá cama. El alcohol y la noche. Después de todo no era tan difícil. - Apagá la luz- le pedí. - Ah, no me vengas con complejos. Eres hermosa. - No son complejos. Es que tengo la c
Blog de Sofía Ferrero Cárrega, de Argentina. Crítica de cine