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Mostrando entradas de julio, 2008

THE POLLA SITUATION

Había esperado esa situación desde que llegué de Argentina. Fueron largos meses de sequia y ya lo empezaba a notar. Lindo lindo lindo. Así era el muchacho. Tuve dudas. No lo conocía y nunca hasta ese momento pude dejarme llevar sin más. Soy más mental. Insegura. Necesito cubrir todos los frentes y tener una mínima idea de cómo será la cosa cuando se concrete. Así que lo hice laburar como enano, mientras yo disfrutaba de sus variadas técnicas de seducción. Probó lo clásico: música, poesía, mirá qué feliz que soy. Después pasó al sufrido: la estoy pasando mal. Son momentos feos, ven a cuidarme. Luego vino el me calientas, te veo y me pongo loco, eres tan linda que es un peligro. Hasta que llegó el sábado por la noche y me agarró con varios mojitos arriba. En definitiva eso fue lo que logró que me metiera en su sofá cama. El alcohol y la noche. Después de todo no era tan difícil. - Apagá la luz- le pedí. - Ah, no me vengas con complejos. Eres hermosa. - No son complejos. Es que tengo la c

JUICIO HISTÓRICO

Abrazo fuerte desde una isla y con el corazón inquieto. Sin embargo, sigo teniendo la sensación de que salió todo demasiado bien. En Argentina estamos acostumbrados a que la justicia patee para el otro lado. Estamos acostumbrados a que las cosas salgan mal. A resignarnos antes de empezar. Y esa, amigos, es una costumbre difícil de sacudir. ------------------------------------------- El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército fue condenado a prisión perpetua, que deberá cumplir en el penal de Bouwer, al menos por ahora. También recibieron perpetua Manzanelli, Díaz, Padován y Lardone. Vega fue condenado a 18 años. Acosta y Rodríguez a 22. Todos van a cárcel común.

TU NOMBRE SOBRE EL MIO: CAPITULO X

CAPÍTULO I , II , III , IV , V , VI , VII , VIII , IX EN TRÁNSITO Hace semanas que no se comunican pero ambos saben que el otro está intranquilo. Lentamente han entrado en un territorio de guerra del que no saben cómo salir y la única forma que encuentran ambos es verse cara a cara. Esa noche ella entiende que está atrapada entre su cabeza y el hombre que vive en su computadora y que la única manera de liberarse es haciendo, una vez más, lo que él le pide. "O me llevas o me venis a buscar." Así que busca sus valijas y varias excusas y compra el pasaje. Solo de ida. Ya no quiere buscar. Ya encontró. A él y su lugar. Allá. Allá está todo lo que quiere, incluyéndolo. Él sabe que se va por ella. Encontró que es la única que logra consolarlo. Sin embargo, su orgullo le impide avisarle que está llegando. Cuando termina de hacer las maletas, todo le parece rancio, ajado, tajeado como esa vida que está dejando. Llega el día y ella enfrenta la puerta de embarque. Siente en las plantas

TU NOMBRE SOBRE EL MIO: CAPITULO IX

Capítulos I , II , III , IV , V , VI , VII , VIII MALEVAJE Pasan los días y ella ya no recuerda las cosas que le gustan de él. Los días que pasan y las cosas que van muriendo. Hurga en su memoria y no logra distinguir el momento en el que empezó a quererlo. Puede distinguir, si, lo opuesto. El momento en que le empezó a doler. Porque él le duele. Quizás porque dice lo que se ha desacostumbrado a escuchar. Lo que con su belleza ha logrado evitar. Que la traten como una más. Que se enojen. Será que no verse quita del medio la posibilidad de que sus ojos hipnoticen su enojo. Será que es esa clase de amor, intenso y profundo. De peleas que empiezan y terminan con un beso. Ella repasa las pocas cosas que él le ha dicho y todo le suena impostado. Nadie se mueve de sitio. Ambos saben que es un momento crucial y que todo depende de cómo se resuelva esta situación. Abatida y triste, ella retorna a su cama. La misma que la espera inmutable y segura cada noche. La cama donde sueña, descansa y env

Gotas de luces

TU NOMBRE SOBRE EL MIO: CAPÍTULO VIII

Capítulo I , II , III , IV , V , VI , VII DAMAGED Él se despierta moribundo y con la boca de ella clavada en la conciencia. Es todo lo que puede recordar y en lo único que es capaz de hacer foco. ¿Es posible que haya estado acá anoche? Jura que puede sentir su perfume en la habitación, en su cuerpo. Por eso busca algo que le confirme la intuición. Rastros de su presencia. Lo único que encuentra es una botella vacía, cadáveres de humo y dos vasos que en algún momento tuvieron ginebra. Desconcertado, acude a su mejor reflejo y prende el televisor sin siquiera preguntarse si está preparado para volver a la realidad de un golpe. En la pantalla, el mundo se desmorona y en su cabeza, su boca. Puertas afuera, la calle llora y adentro, su perfume. Estruendos allá y dos vasos acá. Está malherido. Siente que todo le duele mucho. No solo su vida y sus decisiones y la muerte de las cosas que mueren cuando no las elige, sino todo. El mundo, la injusticia, la justicia, el pais, la pobreza, los aisla