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Mostrando entradas de septiembre, 2009

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO VI

CAPÍTULOS I, II , III , IV , V La cosa se presenta inabarcable y le entra miedo. Miedo a repetirse, a la palabra fácil, la frase corta, el beso enano. Le agarra el vértigo de lo que genera y miedo, más miedo a que la necesiten. La primera vez que se alejaron de ella supo acompañar la decisión con lo mejor de sí, entrecortando el aliento y con sinceros deseos de prosperidad. Sin embargo, el tiempo le dió la razón, esa que cuando se olvida que la tiene, la pierde. La intuición le ha sido dada. Sin embargo, nunca deja que sea su única guía, aunque ha podido aprender que siempre será su mejor compañera y que es distancia, a la larga, lo único que tiene. El primero que se fue, le dio la vida. Desde chica lo vio ir y volver hasta que ya no volvió. Ella fue a su encuentro para descubrir que poco quedaba de eso que se fue borroneando con los kilómetros. Sin embargo, se abrió a la posibilidad de recuperar lo que alguna vez hubo y dibujar de nuevo, pero mal le fue en ese camino en e

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO V

CAPÍTULOS I, II , III , IV El verano que se va Agradece el silencio de la noche. Hace varios días que no se siente ella misma y esa noche es la primera que comparten sin los vapores del amor. Con su humanidad a cuesta, sus ojeras y cavilaciones, se muestra tal cual. Aunque la ciclotimia no la caraceriza, hay días en que se le nublan los ojos y todo lo que se suele ver, desaparece. Podría haberle dicho no, esta noche no pero sí. Él tranquilo, sentado a la mesa de su departamento que siempre parece sin terminar. Cajas con cosas, cubiertos aún empacados, valijas con ropa, olor a pintura. Ella en su cama. La misma pared, la misma luz artificial. Le pregunta qué tal tu día. Recién llego. Tengo aún la campera puesta pero no te quería hacer esperar. Qué tal el tuyo. Largo y pesado. Ella siente una gran atracción hacia esa criatura triste que parece haber encontrado algo especial en ella. No le cuesta creerlo, sin embargo. No es la primera vez que alguien se enamora a la distancia, sin remed

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO IV

CAPÍTULOS I, II , III Él hizo la revolución. Trepó en lianas las venas de la América, cruzó el continente a caballo, fue el Tarzán de los montes, participó en la Historia, amansó liebres, domó topacios y exprimió almendras. Fue rapado por curas, amado por donnas de los cuatro vientos y se resistió al amor hasta que el amor lo resistió a él. Tuvo plumas azules y actitud punk y se rebeló contra toda norma impuesta en calidad de tradición. La edad despeinada pasó y encausó sus piernas, se puso traje y se lo sacó. Se dedicó a las leyes, con la ironía que guarda esta vida, cuando el pasado deviene en burla de lo que iremos a convertirnos. Hoy se sigue reconociendo un provocador y le gusta sentirse terrorista en las pequeñas cosas, inmolarse en cada caso, juicio o causa perdida. Mientras piensa en contarle todas estas cosas a ella, se alegra. Su vida no es tan mala como creía hasta hace unos días. Sin embargo, la grieta. La línea vertical entre los ojos que todo lo divide. La vista cansada,

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO III

CAPÍTULO I , II NADIE DUERMA ¡Nadie duerma, que nadie duerma! El mundo se desmorona, estoy desvelado, ansioso, encendido y el mundo duerme. En Asia cuando alguien tiene un secreto que quiere guardar celosamente, va hacia una montaña y busca un árbol fuerte con un hueco profundo al interior de su tronco. Se cerciora de que no haya ni personas ni otros árboles próximos, se acomoda, encierra su boca entre las manos, se acerca y una vez que los costados de las manos están en contacto con la madera, y boca y tronco están cercados, despacio y de una sola vez la persona susurra en voz clara el secreto. La voz se expande por las ramas, la savia, las hojas y cuando llega a los extremos y ve que no tiene salida, baja. Para ese momento la persona ya ha tapado el hueco con barro. Esto es importante: la tierra con la que se ha preparado el barro debe ser conocida por el árbol. De lo contrario, la voz secuestrada buscará salir, casi siempre por la copa y se esparcirá irrefrenable, por el bosque ente

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO II

CAPÍTULO I O MIO BABBINO CARO Él buscó contarle su desgracia como si de un cuento se tratara. Las desgracias cotidianas, las que ya no son una sino la suma de todas las demás; El despertar triste sin acordarse ya por qué; La reacción cínica al menor estímulo, como si el día a día fuera una prueba constante de lo incapaces que somos para manejarnos en los ritmos que hemos elegido. Ella poco entiende de este universo tan ridículamente masculino, poblado de malas palabras, referencias a mujeres y sus cuerpos como si fueran elementos separados del mundo que él puebla, la marcada diferencia entre las mujeres que están fuera y las que están dentro de él. Posiblemente por las malas experiencias, a lo mejor por esa desgracia constante que es ser un hombre infeliz en la vida que ha elegido, sintiendo que es demasiado tarde para cambiar algo, para desestructurar tan añejas columnas que cada vez tienen menos que ver con él y más con el lazo sanguineo que tira hacia las mismas carre

ARIA DEL DESVELADO: CAPÍTULO I

DOS REGISTROS Lascia ch'io pianga Mia cruda sorte, E che sospiri la libertà!. Il duolo infraga Queste ritorte, De' miei martiri Sol per pietà. Déjame que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad. Que el dolor rompa estas cadenas de mis martirios sólo por piedad.