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Mostrando entradas de enero, 2008

KILÓMETROS

Camino cinco kilómetros para llegar al único cyber abierto de mi pueblo. En este momento me odio por hacerme el hippie despojado que reniega de la civilización y se va a vivir a la loma del orto, si lo único que logré es ser más adicto que nunca a sus comodidades. Es domingo y camino cinco kilómetros hasta el único cyber del pueblo. Cinco kilómetros rogando que el adolescente que atiende no se haya quedado dormido después del religioso pedo de los sábados. Que la tormenta de anoche no haya cortado los cables de la luz y que Arnet y la puta que te parió tenga un buen día. Camino cinco kilómetros con Kosovo, mi perro, que me mira, feliz por retomar la tradición dueño pasea perro por el campo. Le sonrío y le acaricio la cabeza. Llego y está abierto. Hay luz y la conexión funciona bien me dice Sebastián, que destila alcohol. Kosovo me espera, obediente, en la puerta. Logro ocupar una máquina dos segundos antes de que se llene de pendejos que religiosamente invaden por horas el único cyber

YOUNG FOLKS

El chico de 30 le dice ya no creo en el amor ni en la democracia. Así como a cierta edad nos enteramos de que los reyes magos no existen, alguien tendría que decirnos que el amor tampoco. Que todo lo que nos enseñan es mentira. Sobre el amor de pareja, el amor de madre, de padre, de amigos. Nada es real, dice. La chica de 30 le pregunta si alguna vez se enamoró. El chico de 30 le dice que si. Que estuvieron ocho años juntos y que se separó el año pasado. La chica le dice que bueno. Por lo menos no tuvieron hijos ¿no? Él responde que todavía no sabe si es bueno o malo. Que por lo menos con un hijo no sentiría que fue tanto tiempo tirado a la basura. Le cuenta que el día que se fue, ella le dijo por qué te tenés que quedar con las cosas de la casa. Que él la miró y le dijo yo me quedo con las cosas de la casa porque vos te quedaste con mi salud mental. El chico de 30 le explica que nunca se recupera totalmente de una separación y que cada vez hace menos esfuerzos, porque desde el princip

CERTEZA DE RECUERDO

Recuerdo el día que fuimos a tu casa. Era la primera vez que iba. Tenía una emoción serena, acumulada pero calma. Íbamos en tu auto, en silencio disfrutando del sonido del viaje. Nada era nuevo, excepto vos. Porque todo era nuevo, excepto vos. Llegamos en una tarde perfecta. Hermosa casa, te dije. La estuve limpiando por si venias, me respondiste. Qué bien, porque vine. Ojalá, dijiste. Ojalá. Entramos a un ambiente espacioso y cómodo. La cocina se intuía a la derecha, y una pequeña mesa llena de libros y el mate de la mañana me hizo sentir en terreno conocido. Me quedé parada reconociendo el lugar. Frente al hogar a leña, un sillón, de esos que al mirarlos sabes que una vez que te sientes, no te levantas por nada. Era esa hora del día en que la luz entra tibia, amable. Dura solo un momento. Lo suficiente para que todo sea más hermoso. ¿Mate? Me preguntaste. No hay nada que quiera más en este mundo, respondí. Mientras desaparecías en la cocina, yo tuve esos preciados minutos en los que

CHOP SUEY DE POLLO

Hace cinco años me fui a hacer un tatuaje, durante mi primer viaje a Tenerife. Me lo hice porque sí. Sin pensarlo mucho. Como las mayores, mejores y más duraderas decisiones que tomo. Me dijeron: - No es para siempre. Es una tinta especial. Dura dos o tres años. Después se va a ir esfumando. - Genial- dije yo. Justo lo que quiero. Pasaron cinco años y el tipo está tan negro como el primer día. Lo que me sigue asombrando es que nunca nadie dudó de mi versión. Podría ser yo la que mienta sobre un tatuaje con fecha de desaparición, en lugar de Domingo, el alegre tatuador que me talló la cintura. Me acuerdo muy bien de ese día. Llegué con cita y todo y me recibió la mujer de Domingo, quien hablaba maravillas del artista. Tenía puesta una musculosa gris que posibilitaba una detallada panorámica de sus tatuajes. Sin duda el que más me impresionó fue el ojo que tenía tatuado en la axila. Cada vez que levantaba y bajaba el brazo, un enorme ojo turquesa se abría y cerraba. Aun no entiendo cómo

OLOR A DESTINO

Tengo un olfato agudo para oler el destino que, como gota, por alguna grieta siempre se cuela. Yo, por lo menos, soy permeable a la humedad del destino. Así como puedo oler la lluvia un día y medio antes de que llegue, o mi suerte de principiante, o la mala leche de alguien aunque después me olvide. Huele a destino cuando mi pelo se pone liso y después llega el viento norte o cuando me duele la cabeza y después bajan las nubes y la temperatura. El destino no huele a futuro o premonición. No. Huele a algo que siempre estuvo. Latente, latiendo, esperando. Huele a familia. Como esos primos que no ves nunca ni conoces realmente pero que cuando los encuentras, son familia. No extraños. Y vos olés a destino. Oles a: esto va a ser así. Y va a serlo por mucho tiempo. Así olés vos. Que estás ahí sentado y no quién sos. Pero ya lo huelo y encaja. Y como no hay mucho que podamos hacer para cambiarlo… - Hola. - Hola. - ¿Me convidas fuego? Cueva de Volcán - Isla de Lanzarote

DESDE MI VENTANA

Desde mi ventana veo un volcán que se llama Teide, que es lo primero que miro a la mañana y lo primero que extraño cuando me voy. Desde mi ventana veo nubes verticales que nunca se si salen o entran al volcán. Si salen o entran al mar. Desde mi ventana veo el mar y sus estados de ánimo. Veras. Cuando está contento, activo, efervescente se dice que hay marejada. Cuando está así pero no tanto, hay marejadilla. Hay algunos días, los más, en que está calmo calmo. Va y viene, tranquilo. Haciendo lo que se espera de él. Ni más ni menos. Después están los otros días. Cuando hay mar de fondo. Ahí hay que tener cuidado. Porque está introvertido, pero la procesión va por dentro. Las olas no alcanzan a salir pero el agua es turbia, redonda, traicionera. Desde mi ventana veo La Nube, que es firme, maciza y viene desde el mar. Va subiendo paralela al suelo. Lentamente sube y si dejo mi ventana abierta entra. Eso si. Tengo que dejarle otra para que pueda salir. La nube sube sube por mi mitad de la

CITA I

"Hay cosas que no escribo para que no tomen forma" Alfredo Casero

DISSIPARE

Mi mamá empezó a crecer de a poco. Ese vestido que usaba tanto le quedaba cada vez más corto y ajustado. Mi mamá crecía para atrás y para adelante. Sobretodo adelante y al medio. La panza. Gorda, hinchada, grande. Por ahí se movía y ella me decía: - Vení rápido. Sentí- y ponía mi mano y la iba moviendo, como buscando algo. Ella me decía que ahí estaba mi hermanito pero yo solo sentía lombotes que se movían de un lado para el otro. Un día empezó a mover los muebles de su pieza y trajo una cama chiquita y alta que adornaba con cosas que colgaban. Otro día me fue a buscar a la escuela Jose y me dijo que hoy me quedaba a dormir en su casa porque mi mamá estaba en el hospital. Al otro día también y al otro también. Cuando llegué a mi casa mi mamá estaba flaca de nuevo. Me abrazó fuerte y me di cuenta de que estaba llorando. Cuando pasé por su pieza ya no estaba la camita ni los juguetes que colgaban ni nada que fuera de la panza. El sábado estaba jugando en el patio y de repente me dolió el

TÓXICO

Desde que lo vi supe que era de los lindos letales. Esos que esperan que todo vaya hacia ellos. Como un imán hacia el que, por lo menos, debes mirar. Esta fue la razón por la que me resistía a fijarme en él. Era demasiado obvio. Si, era lindo. Punto. Pero a medida que pasaban días, empezó a molestarme su indiferencia. Como si solo se sintiera atraído por lo que él atraía. Suponía por el huracán que me quedaba en el cuerpo cada vez que él pasaba, que involucrarme iba a significar un gran problema. Una complicación que estaba segura no necesitar. Me repetía: no sólo es de los lindos lindos, sino de los lindos letales. Sin embargo, como todo imán cada vez lo tenía más cerca. Era como caminar por la orilla del mar. Cuando menos lo esperás, tenés los pies en el agua. Te atrae. Te llama. Me resistía. Tercamente. Hasta que llegó ese día, tremendo e irreversible en que de tan cerca… lo olí. Y su olor se apoderó de mi. Literalmente perdí el control y el poder empezó a ser de él. Ese día él se a

PIENSO LUEGO ESCRIBO

Pienso mucho. Todo el tiempo. Pienso, saco mi libretita y anoto.- Los demás me reclaman. No estas nunca. Te tengo que repetir todo más de una vez. Deja de boludear con la computadora. Estoy trabajando, les explico. Si, claro, me responden. Y a mi no me importa. Bueno, un poco si. Pienso en las cosas que nunca te dije. Las que quiero decir. Las que puedo decir. Las que aún no. Pienso en vos, en vos y en vos. Pienso en lo que implica pensar en vos. Y después saco mi libretita y anoto.

BESO OJALÁ

Te doy un beso ojalá Un beso que ojalá pueda darte algún día. Te doy un beso ojalá. Un beso a futuro. De paso te beso. Por las dudas nunca pueda besarte. Por las dudas te doy un beso ojalá. Un beso a cobrar a futuro.

GOTAS QUE SE HACEN RIO

El agua cae Lluvia violenta El agua cae Era chorro Es lluvia Será vertiente arroyo rio Cae en mi cara Me duele Cuchillos Cachetadas Veo las gotas acercarse Irrevocables Imparables Quiero cubrirme Me duele Es intenso Continuo La continuidad de las gotas La piel impermeable A lunares Caigo rendida La mente es más lenta que la sorpresa El cuerpo más rápido que el reflejo Ya no siento tanto Ya no veo Ya no quiero Inmóvil tomo mi última decisión Cierro los ojos Me abandono Ya no estoy en mí Me voy Me fui

ERA UN CHICO DE CIUDAD

10 de Abril 2007 Era un chico de ciudad. Vivía con su madre, una mujer inquieta que siempre había tenido la intención, y de alguna manera lo había logrado, trascender los cánones de su edad. Esto explica que a los cuarenta años vistiera faldas demasiado ajustadas y zapatos excesivamente altos. Compartían un pequeño departamento en el pupo del centro, con pocas cosas y bastante espacio. Insuficiente luz y mucho silencio. Él siempre fue un chico normal. Ni flaco, ni gordo, ni bajo, ni alto. Con pocas luces y ningún reflejo, tenia algunos amigos y ninguna inquietud. Así transcurría su vida hasta el fatídico día en que por un grave error al que todavía no se le ha encontrado explicación ni causa, él, el chico más normal del mundo, se enfrentó con un libro. Y digo “enfrentó” porque, como tantas otras veces en que volaban hojas sueltos de algún ejemplar desmembrado, su frente fue destino no de un borrador, esta vez, sino de un libro, enterito y todo. Golpe certero que algo debe haberle desa

MIERDA CARAJO

Sos locutora, presentadora y periodista locutrola, presentatrola y consumista Tenés más despedidas que Los Chalchaleros y bajando la escalera parecés un faisán andate a vivir a un invernadero o mudate solita a Kasajistán Te puteas con tu hija,tu nieta y tu amiga si no reconocen que sos una Diva! con ese peinado estilo plumero las manos de momia no podes ocultar Te hacés la directa con tus preguntas guachas y sos mas falsa que las cucarachas Ay vieja chota, te hacés la linda te haces la hermosa Te sentís la reina del pan francés y sos más fea que un pequinés Lloras en cámara y jugas a la Diva y en realidad no pagas ni el IVA con tus trajecitos colores pastel le pones el pecho a cualquier coronel Dictadores, vedettes, actores, actrices, en la misma mesa comiendo perdices con tu gran bocota interrumpís sin más hacenos un favor y tomá aguarrás!!

WOUNDED

El tiempo cura todas las heridas me mintieron, mientras me lamía la sangre fresca. Y me senté a esperar a que sanara. Un día me levanté, harta de esperar. Pensé formas, ideé maneras para sanar. Y accioné. Pero no. La herida empeoraba. El tiempo pasaba y yo cambiaba. Cambiaba de forma, de color, pero cuando un día desperté y había cambiado de sabor, me asusté. Dibujo de Alfonso Barbieri

LA PROMOTORA

18/09/07 Formo parte del grupo de chicas que ocasionalmente buscan un trabajo. Pertenezco al pequeño grupo de personas que cobra más usando prendas ajustadas con una marca estampada en las superficies más voluminosas del cuerpo que ejerciendo su profesión. Chicas que han quedado designadas como “taradas”, “huecas”, “tontas”. Es decir que soy, ocasionalmente, una promotora. Digo a mi favor que no hubo ni una sola vez en que no me sintiera sapo de otro pozo. Pero la verdad es que no solo me pagan demasiado sino que me pagan en blanco. Ahora. Les voy a explicar algo del universo de las promotoras. Se divide aproximadamente en tres o cuatro segmentos. Están las que reniegan de estar ahí y aclaran: – Ah no. Si me dan un catsuit yo no lo uso. – Ah, no. Si no me dan una hora para almorzar y descansos seguidos mañana no vuelvo. Y si no nos pagan más por hora, me voy. Están las que trabajan porque se gana bien en poco tiempo pero que en realidad podrían estar haciendo el trabajo que quisieran.

DÍA DE FURIA, NOCHE DE CALMA

14/08/07 Me despertaron las sirenas y el samarreo de los policías: - Dale, pendeja. No te hagás la dormida. ¡Nena, activá! Y cuidado cuando te pares. No vaya a ser cosa de que toques al tomuer antes de que llegue el fiambrero. Cuando reaccioné tenía a un gordo acuchillado al lado y un perro policía gruñéndome las partes. Mi primera reacción fue decir una original frase que de solo pronunciarla me hacía sonar culpable: - ¡Yo no hice nada! ¡Sueltemé! ¡Yo no hice nada! – - Así que Yo no hice nada ¿Y el tramontina ensangrentado que tenés en la mano para qué lo usaste? ¿Tan cruda estaba la cena? Efectivamente. Un cuchillito brillante y nuevo titilaba en mi mano derecha. Pensé en la cena. La carne había estado cruda pero no tanto. Bueno, lo suficiente para que llamara al camarero o como se llamen los azafatos de colectivo y le pidiera “un cuchillo de verdad”, refiriéndome a uno que no fuera de plástico dadas las condiciones de la porción a rebanar. - ¡Yo no hice nada! ¡Yo no hice nada! –segu

ORACIÓN AL AUSENTE

Algún momento del 2002 ¿Cómo estarás vos mientras yo me desvelo? Que no estés bien sin mí Que no estés mejor sin mí Que me extrañes Que te acuerdes Que me recuerdes Que me acuerdes Que me sueñes, por favor que me sueñes Que te duela Que lo sientas Que te cueste Que no puedas Que te cueste Que me veas Que me busques y no me encuentres Que te entristezcas Que me descubras en alguna oración Que me cruces en cualquier canción Que me quieras por favor que me quieras Que me oigas Que me entiendas Que me sientas Que me huelas Que te inspire Que te sorprenda Que me llames y yo te atienda Que me cites Que yo pueda Que me veas y me quieras Que sea Que esto va a ser Que esto TIENE que ser Que me mires Que te acerques Que me acerques Que me abraces Que me quieras Que me toques Que me sientas Que me huelas Que me quieras Que te quedes Que no te vayas Que te compartas Que amanezcas Que amanezca Que me mires Que me veas Que me reconozcas Que cedas Que me quede Que te quedes Que nos quedamos Que ya n

MENTIRAS Y MISERIAS

Mentira que el mundo esta mejor, que después de lo malo llega algo bueno. Que si no te rompe te fortalece. Mentira. Mentira que el bien triunfa. Mentira lo que nos muestran, lo que nos enseñan, lo que nos cuentan. Mentira que la revolución feminista nos ayudó. Mentira el progreso, la historia, la ciencia, la verdad. Mentira. Mentira que me vas a llamar, que me queda lindo y tardas dos putitos segundos en contestar. Mentira que no me creció el culo. Que te gusta mi peinado, que estoy flaca, que te gusta la comida. Mentira. Mentira que escuchas cuando te hablo, que estas conmigo cuando hacemos el amor. Mentira. Mentira que si marco 1 me comunico con el gerente. Que si grabo un CD trucho, estoy robando. Mentira que si me agarra un viento así, me quedo bizca, que si miro el sol me quedo ciega y que solo la puntita. Mentira que si junto un millón de boletos de colectivo nos van a dar una silla de ruedas, que si soplo la vela y pido un deseo se me cumple, que si cuento un sueño antes de desa

AY DE MI

08/12/02 ¿Y si tu mal es contagioso? ¿Y si sos letal? ¿Y si ahora no tengo otra que tratar a todas las personas que me aman como vos me trataste a mí? ¡Ay de mí! ¡Qué suerte tan triste la mía! ¿Y si ahora tenés tanto poder en mí que te quedás acá para siempre? ¿Y si vivís en mí en forma de escalofrío? ¡Ay de mí! ¡Qué me hiciste! ¡Ay de mí! Dibujo de Alfonso Barbieri

YO DECIDO

17/01/04 Yo decido el fin de una vida en el nombre de Dios. Yo decido qué querés y cómo lo quedes en el nombre de mi amor. Yo decido tu camino en el nombre de mi sabiduría. Yo interpreto y entiendo por vos en el nombre de mi conocimiento. Yo intuyo y adivino destinos en el nombre de mi intuición. Yo leo mentes y caminos en mi nombre. Yo te represento y hablo por todos en el nombre de mi pueblo. Yo leo las estrellas y dibujo en las nubes en el nombre de mi poder. Yo golpeo y percuto la flora en el nombre de mi especie. Yo depredo, cazo, crío en el nombre de mi hambre. Yo arrazo, despedazo, pelo y talo en el nombre de mi frío. Yo consumo, exploto y transformo en el nombre de mi bienestar. Yo hago vidrio de la arena, electricidad del agua, combustible de los huesos, joyas de las piedras en el nombre de mi creación. Yo hago personas periféricas, tercermundistas, pobres en el nombre de mi clase. Yo nombre débil al sexo del otro en el nombre de mi sexo duro. Yo decido, yo hago, yo nombro, yo

CARLITOS

13/03/07 Carlitos nació y vive en un barrio. Chiquito e irremediablemente flaco, le dice “hilito”. Tan hilito es Carlitos que todo lo que usa parece estar sujetado con un alfiler, a punto de caer, de resbalar. Cuando en el barrio le dicen Hilito, agarrate que hay viento! Hilito, ponete piedras en los bolsillos! Hilito, no te volés! Carlitos mira de reojo y encoge los hombros como si estuvieran hablando de otro. Vive con su mamá, su abuela, su hermana y el moncho, su gato. - Mi papá se murió de gordo- explica Carlitos. Y si. Su papá era tan gordo que un día cuando le fue a dar un beso, Carlitos casi se pierde entre el laberinto de su carne, entre las capas de su panza. Para Carlitos todos los días son iguales. Nada de curiosidad, aventura o coraje hay en él. Es que cuando Carlitos nació su vida ya estaba escrita. Crecerá como pueda. Solo. Casi siempre solo. Terminará la escuela como pueda. Será un busca y morirá joven pero viejo. Diablo de Manrique - Montañas de Fuego - Isla de Lanzarot