Ir al contenido principal

LAS MEJORES PELÍCULAS DEL AÑO (para mi)




Como todo ranking, éste es subjetivo y caprichoso.

Tampoco tiene orden de prioridad. Es decir que está compuesto por películas que ahora forman parte de mi. Son distintas entre sí y casi todas pude verlas en pantalla grande, dato no menor ya que cada vez se hace más evidente la diferencia que significa el lugar, la manera y la calidad del visionado para que un film permanezca o pase de largo. 

He armado dos grupos. Uno compuesto por 5 películas argentinas y otro por 6 películas internacionales. 

Empecemos, pues: 

TRENQUE LAUQUEN (Laura Citarella, Argentina, 2022) Las películas de Citarella son mundos (espacio), son momentos (tiempo) a los que quiero mudarme. Quiero recorrer las calles de Trenque Lauquen en la bicicleta de la protagonista; quiero escuchar el programa de radio del pueblo donde las mujeres cuentan las cosas más interesantes; quiero comer las dos medialunas que dejó el protagonista que, enamorado, obsesionado, preocupado busca a su novia siguiendo huellas imposibles.

Quiero vivir con esas dos mujeres en el medio de la nada, donde una está embarazada y es la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Quiero perderme y encontrarme para volver a perderme en las grandes extensiones de nuestro país y sentirlo otro planeta. Y quiero, sobre todas las cosas, que nunca terminen las películas de Citarella. Que no se enciendan las luces y tenga que salir de la sala, cuatro horas después. Volver a dónde, volver a qué.

LOS DELINCUENTES (Rodrigo Moreno, Argentina, 2023) Una de las peores cosas de habitar este planeta capitalista y globalizado es tener que dedicar la mitad de nuestras vidas, en horas, en tiempo, en subjetividad, en angustias y demases, a trabajar. El trabajo, como forma de vida, es el gran obstáculo hacia la felicidad. El trabajo con horas, con fichaje, con control, con jefes. El trabajo como tareas delimitadas y sin posibilidad de crecimiento, de aprendizaje. El peor de los trabajos. Ese tipo de trabajo. Los delincuentes elabora esta disyuntiva y saca cuentas claras: si el empleado del banco roba el equivalente a 35 años de salarios (el tiempo que le queda hasta la jubilación), y lo confiesa (pero no lo devuelve), solo irá preso tres años y medio. 1200 días de falta de libertad le costará su libertad absoluta. Y en esa fantasía transcurren las tres horas de esta película que es una extraña criatura, organizada en partes, que son acciones y personajes y lugares muy diferentes, pero que todo tienen que ver.

BLONDI (Dolores Fonzi, Argentina, 2023) ¿Cómo filmar los vínculos? Sobre todo, cómo configurar una familia que lejos está de la forma estándar, sin acudir a estereotipos ni lugares comunes. Lo que más agradezco de este film es el tono, que tanto tiene que ver con el espíritu de la protagonista: relajado, lejísimos de la solemnidad, pero no por eso poco comprometido con lo que cuenta. Blondi toma el nombre de la protagonista (que es también la directora) y que podría ser un personaje de una serie o serie de películas, de esos que queremos tener cerca y vamos copiando algunos gestos, muletillas y decisiones.

MOTO (Gastón Sahajdacny, Argentina, 2023): La opera prima de Gastón Sahajdacny se inserta en la tradición que Pedro Costa inaugura: una manera de entender las luces y sombras de las ciudades y las vidas de las personas que las habitan. Una película deslumbrante que se ubica en rincones y esquinas de una Córdoba donde la clase media acomodada no se detiene a escuchar, a observar y mucho menos a enamorarse.

MUCHACHOS (Jesús Barrera, 2023) En este distópico momento histórico que vivimos en Argentina, volver a lo colectivo, a recordar cómo se sentía formar parte de algo construido desde el amor y lo comunitario, este film se me hizo fundamental. Porque no es la historia del triunfo, la construcción de los mejores del mundo en un sentido competitivo, sino que rescata el trabajo en equipo, el disfrute multitudinario y la emoción popular.

¿Cómo filmar la emoción, lo popular, lo colectivo? Muchachos es, en los hechos, la película de la gente. Es la película del autorretrato, de las emociones, del autorretrato de las emociones. De la euforia, de la esperanza, del sufrimiento “que es tan argentino”, como varias veces subraya la voz en off de Guillermo Francella. Es lo que vivimos, cómo lo vivimos y cómo el arte lo construye. Se ha vuelto cada vez más inusual en el cine ver planos con varios personajes. Planos poblados, sobrepoblados. No importa si hablamos de ficción o documental, la puesta en escena está pensada para aislar e individualizar a los protagonistas, sus experiencias y sus relatos sobre ellas. Pero en Muchachos eso no sucede. Casi no hay planos de una sola persona. Hay un living, con diez. Hay una vereda, con quince, una habitación con tres. Una calle, con cientos. Un estadio, con miles. Una sala de cine con cientos.

TOTEM (Lila Avilés, México, 2023): La historia de una familia durante un solo día: el cumpleaños del hermano menor. Una celebración cargada de intensidad que la película se toma su tiempo en construir e interesarnos en cada detalle. Elegí este film por ser el retrato de una pérdida inminente, de una familia en el medio del caos y de muchos momentos chiquitos de intimidad y ternura buscados en planos llenos de personajes y ruido. Esa intimidad generada en lugares atestados de personas es gran responsabilidad de Guido Berenblum, el talentoso sonidista argentino que hace magia en este bellísimo film.

KILLERS OF THE FLOWER MOON (Martin Scorsese, EEUU, 2023) La elegí por contar una parte de la historia de Estados Unidos desde una autocrítica que hace foco en la miseria humana, la pobreza cultural y la avaricia sin límites del hombre blanco, y por estar contada desde la perspectiva de uno de ellos.

FOUNDRE/ TRUENO (Carmen Jaquier, Suiza, 2022) Esta opera prima de una joven directora suiza está en mi lista por contar una historia con un profundo sentido místico, un coming of age que, aunque esté narrado a principios del siglo XX, habla de poliamor, de la sexualidad como camino para conocer el mundo y conectar con Dios, y de una manera de incluir el cuerpo en la revelación divina, en las antípodas del mensaje de la religión institucionalizada.

DIÓGENES (Barbuy La Torre, Perú, 2023) El terrorismo que atravesó Perú entre os 80 y los 90 pocas veces aparece en los relatos como traumas generacionales que no se nombra; “Eso” que no tiene nombre, ni forma pero que configura la vida y subjetividad de los habitantes del relato. La historia de dos hermanos que han quedado solos y excluidos de la población más cercana cuando su madre es asesinada por un grupo terrorista y por decisión de su padre, es filmada por Barbuy como si fuera un limbo, un paréntesis en el medio de las montañas construido con una apabullante belleza. Los recursos cinematográficos que elige el director para dar cuenta de este tiempo andino, de un tiempo crónico, lento por momentos, con otro orden y lógica, son también los que hablan de otro tiempo, el del duelo y de la exclusión.

COMPARTIMENTO N°6 (Juho Kuosmanen, Finlandia, 2022): Una estudiante finlandesa de posgrado que vive en la capital rusa decide a último momento tomar un tren que la aleje de su reciente ruptura amorosa. Por la fuerza termina compartiendo su cabina con un trabajador ruso, mal hablado y con hábitos más acordes con la privacidad que con un espacio reducido que se debe compartir por varios días. Se ha comparado este, el segundo film de Juho Kuosmanen con Before sunrise de Richard Linklater. Sin embargo, este film lejos está de romantizar los viajes en tren, sino que enfrenta en dos realidades muy distintas, a dos personas de la misma edad, una que ha podido estudiar y profesionalizarse, otro, trabajador golondrina, que pueden compartir y conocerse una vez atravesados los prejuicios que ambos dos tienen sobre la nacionalidad y el estilo de vida del otro.

DO NOT EXPECT TOO MUCH OF THE END OF THE WORLD (Radu jude, Rumania, 2023) No esperes demasiado del fin del mundo, aborda el trabajo, la explotación, la muerte y la nueva economía informal del capitalismo avanzado de un mundo global. En parte comedia, en parte road movie, en parte montaje, se centra en Ángela, una asistente de producción, que trabaja mil horas por día. Conduce y busca y en esa urbanidad se topa con obstáculos que revelan el estado actual de las rutas rumanas, la apatía, la corrupción generalizada. En sus ¿ratos libres? Postea en Tik tok bajo un filtro que la convierte en un hombre calvo, fascista, que dice las barbaridades más grandes. El director rumano es el representante de la vanguardia en el cine contemporáneo, esto último entendido como aquel que está con un pie dentro y otro fuera del tiempo que habita.

ANATOMIA DE UNA CAIDA (Justine Triet, Francia, 2023) Es la disección quirúrgica de una relación de pareja en el contexto de un juicio por la muerte de uno de ellos. Hay mucho ante lo cual fascinarse con este film. Uno de los elementos más notables es, quizás, que los roles tradicionales dentro de la pareja está subvertidos, por ejemplo, en las líneas de discusión que la pareja tiene en una de las escenas más memorables del cine de los últimos tiempos. Además de la presencia de la actriz alemana Sandra Hüller, central para el tono de una historia sobre la intimidad del amor y las miserias y verdades que conlleva la convivencia y la institución llamada familia. Y la virtud de que la película continúe hasta aun terminado el conflicto final es de una inteligencia llamativa.

HOJAS DE OTOÑO (Aki Kaurismaki, Finlandia, 2023) La vigésima película de Kaurismäki en 40 años, se desarrolla como es usual en una versión muy personal de Helsinki: lugares y personajes que habitan todos y ningún tiempo histórico, que son tremendamente expresivos en su inexpresividad y profundamente políticos. Este film se mete con uno de los grandes problemas del mundo que habitamos: la flexibilización del trabajo, los modos de vida y los hábitos que ayudan a sobrellevarla. Y esta, particularmente, menciona una y otra vez a través de los medios de comunicación que aparecen, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, con quien comparte casi 1500 km de frontera. A pesar de las décadas que han transcurrido entre este film y su Trilogía Proletariat (1986-1990), de la cual el director considera Fallen Leaves una extensión tardía, todas parecen tener lugar en el mismo mundo triste y extraño. Sin embargo, en los intersticios de esos espacios, florece una variedad de sentimientos minimalistas que sobresalen por contraste y constituyen los grandes momentos en los films del director. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

TODOS NOS LLAMAMOS ALI - 1974- R.W. FASSBINDER

“La felicidad no siempre es divertida” El miedo que come el alma al que refiere el título original ( Ali: fear eats the soul ) sobrevuela la película. Miedo a una sociedad que rechaza a esta pareja (ella varias décadas mayor, él inmigrante de color) que como reacción se aísla, primero junta, después por separado. Miedo a la felicidad y su precio; miedo a la soledad que los lleva a estar juntos para no seguir solos; que va y viene, rodeándolos, como la cámara, que empieza siendo una amenaza a la que se terminan acostumbrando. Resulta llamativo que esta historia de amor destemplada, sin comienzo ni final feliz, se haya inspirado en aquel melodrama clásico de 1955, “All that heaven allows” de Douglas Sirk. Los movimientos de cámara (no de zoom) que en aquella acercaban al espectador a la intimidad de sus personajes, en ésta se acercan para luego alejarse, dejándolos dentro de la habitación, desnudos o bailando mientras enmarca, desde lo oscuro, la imagen que ha creado. Y así se explicita

Sobre "Muchachos, la película de la gente".

Filmar lo popular, construir lo argentino El jueves 7 de diciembre se estrenaron dos películas sobre el Mundial en el que Argentina ganó su tercera copa. Una,  Elijo creer , es la película oficial de la AFA. Su relato está construido mediante entrevistas de estudio, tranquilas, con distancia histórica y en la que tienen voces los protagonistas en primera persona. Es decir, considera como protagonistas solo a los que jugaron el mundial.  Mientras que  Muchachos, la película de la gente  es todo lo opuesto. Y desde los poster de ambas se plantea la clara diferencia. Mientras que  Elijo creer  pone a Messi en el centro de la imagen, con la copa en la mano, y con algunos de los jugadores satelitales a su estelaridad,  Muchachos  muestra a la selección fundida en un abrazo sin rostros sobre un mar de personas.   Ambos filmes se insertan dentro de una tradición que comenzó con  La fiesta de todos , la película oficial del mundial del ‘78, dirigida por Sergio Renán y con pequeños sketch cómic