Sobre su sombra, la presencia de su ausencia, primero se acomodó.
Después, otro cuerpo.
Ni el mismo ni parecido. Sobra sombra por todos lados.
- Devorame- le pidió. - Devorame entero y pasame de largo.
Ella obediente, obedece.
- Empezá por la cabeza. Es donde más vive lo que vive.
Mete sin esfuerzo la cabeza en su boca y, entera, la traga. Como él pide. Como él pidió.
Y al final, la nausea.
Creía en la inocencia de su instinto.
Que al no pensar llegaría la salvación.
La consecuencia.
Ella está rota (también).
Comentarios
me encantó.
será que yo estoy rota también?
qué ganas de verte pronto.
un abrazo enorme.
Yo también tengo muchas ganas de verte muchas. Todas nos rompemos en algun momento, no?
Lo ideal seria que fuera por elección propia, pero qué va. La vida la vida tan hija de puta.