Amaneció nublado.
Era temprano cuando el resplandor se me clavó en los párpados.
Abrí los ojos para comprobar que el cielo era una pesada pantalla gris que oprimía todo lo que yacía debajo de él. Por lo que decidí quedarme un rato más en la cama.
Cerré los ojos y me encontré repasando las acciones que haría cuando me levantara. Me destaparía. Primero sacaría una pierna. me quedaría así un rato. Me sentaría al borde de la cama y buscaría el jogging que estaría amontonado en el suelo. Me sacaría al remera, quedaría desnuda hasta decidir cuál ponerme. Buscaría abrigo y medias, buscaría las alpargatas. no encontraría una, me pondría las zapatillas. Iría al baño, me ataría el pelo, lavaría cara manos dientes. Haría pis. Iría a la cocina, vería los platos sucios del día anterior, suspiraría sin querer lavarlos. Pondría la pava, vería la suciedad de la hornalla, vaciaría el mate que no vacié ayer, lo lavaría dejando yerba sobre los platos sucios. Se taparía la pileta. Tendría que limpiar las migas de la mesa, prendería la tele para ver que los mismos programas de mierda siguen siendo una mierda y de solo pensar todo eso me dió tanta fiaca que me dormí.
Cuando me desperté ya no era temprano pero seguía nublado. Pensé en lo lindo que sería leer un rato en la cama con unos mates calentitos y la sensación fue tan linda que me volví a dormir.
Me despertaron las ganas de ir al baño pero seguía sin poder juntar coraje para levantarme. Miré al techo, volví a repasar las acciones a seguir y me aburrió tanto tener que tomar el mismo camino para ir al mismo baño que me dormí.
Me desperté con la vejiga dura. Me dije, me tomo la mañana libre, no hago nada, pero para poder aprevecharla tengo que hacer pis. Cuando logré convencerme corrí al baño asi como estaba y volví de un salto a la cama.
Para cuando volví, la velocidad de las acciones me habían logrado desvelar. Me envolví en la colcha a lo bicho bolita y decidí que me tomaría el día. No haría nada. Solo voy a quedarme en la cama, dije.
Ni bien tomada la decisión, mi cabeza empezó a hacer planes. Podría terminar ese libro, ver esa película, llamar a mi abuela. Ordenar el placard, la habitación. Pero si dije que no iba a hacer nada. ¡Nada es nada!
Ahora había cruzado una linea. Venía la hora de sentirme culpable.
Por lo menos mirá alguno de esos DVDs que te comprás y que nunca ves... o ya que estás aprovechá para adelantar el ... ¡Nada es nada!
Y de nuevo, la fiaca. Me di vuelta para el otro lado dejando bien tirante la colcha en un intento de acabar con los planes y pensé, la fiaca. La fiaca, qué buen título para un texto. Lo tendría que escribir ya porque se me olvida.
Escribiría algo asi como ese día amaneció nublado pero después salió el sol ... Me sentía culpable por no aprovechar la belleza del día ... Al repasar cada cosa por hacer me dio fiaca y me dormí...
Uff, si no tuviera que levantarme para buscar la lapicera, lo anotaría. Si tuviera mi celular cerca lo escribiría como sms. Mierda. ¿Cómo era? Ya se me fue la primera frase.
Los mejores cuentos aparecen en los peores momentos. Si solo fueran más oportunos...
Mente de mierda. Ufff
Del fastidio me di vuelta y me volví a dormir.
Era temprano cuando el resplandor se me clavó en los párpados.
Abrí los ojos para comprobar que el cielo era una pesada pantalla gris que oprimía todo lo que yacía debajo de él. Por lo que decidí quedarme un rato más en la cama.
Cerré los ojos y me encontré repasando las acciones que haría cuando me levantara. Me destaparía. Primero sacaría una pierna. me quedaría así un rato. Me sentaría al borde de la cama y buscaría el jogging que estaría amontonado en el suelo. Me sacaría al remera, quedaría desnuda hasta decidir cuál ponerme. Buscaría abrigo y medias, buscaría las alpargatas. no encontraría una, me pondría las zapatillas. Iría al baño, me ataría el pelo, lavaría cara manos dientes. Haría pis. Iría a la cocina, vería los platos sucios del día anterior, suspiraría sin querer lavarlos. Pondría la pava, vería la suciedad de la hornalla, vaciaría el mate que no vacié ayer, lo lavaría dejando yerba sobre los platos sucios. Se taparía la pileta. Tendría que limpiar las migas de la mesa, prendería la tele para ver que los mismos programas de mierda siguen siendo una mierda y de solo pensar todo eso me dió tanta fiaca que me dormí.
Cuando me desperté ya no era temprano pero seguía nublado. Pensé en lo lindo que sería leer un rato en la cama con unos mates calentitos y la sensación fue tan linda que me volví a dormir.
Me despertaron las ganas de ir al baño pero seguía sin poder juntar coraje para levantarme. Miré al techo, volví a repasar las acciones a seguir y me aburrió tanto tener que tomar el mismo camino para ir al mismo baño que me dormí.
Me desperté con la vejiga dura. Me dije, me tomo la mañana libre, no hago nada, pero para poder aprevecharla tengo que hacer pis. Cuando logré convencerme corrí al baño asi como estaba y volví de un salto a la cama.
Para cuando volví, la velocidad de las acciones me habían logrado desvelar. Me envolví en la colcha a lo bicho bolita y decidí que me tomaría el día. No haría nada. Solo voy a quedarme en la cama, dije.
Ni bien tomada la decisión, mi cabeza empezó a hacer planes. Podría terminar ese libro, ver esa película, llamar a mi abuela. Ordenar el placard, la habitación. Pero si dije que no iba a hacer nada. ¡Nada es nada!
Ahora había cruzado una linea. Venía la hora de sentirme culpable.
Por lo menos mirá alguno de esos DVDs que te comprás y que nunca ves... o ya que estás aprovechá para adelantar el ... ¡Nada es nada!
Y de nuevo, la fiaca. Me di vuelta para el otro lado dejando bien tirante la colcha en un intento de acabar con los planes y pensé, la fiaca. La fiaca, qué buen título para un texto. Lo tendría que escribir ya porque se me olvida.
Escribiría algo asi como ese día amaneció nublado pero después salió el sol ... Me sentía culpable por no aprovechar la belleza del día ... Al repasar cada cosa por hacer me dio fiaca y me dormí...
Uff, si no tuviera que levantarme para buscar la lapicera, lo anotaría. Si tuviera mi celular cerca lo escribiría como sms. Mierda. ¿Cómo era? Ya se me fue la primera frase.
Los mejores cuentos aparecen en los peores momentos. Si solo fueran más oportunos...
Mente de mierda. Ufff
Del fastidio me di vuelta y me volví a dormir.
Comentarios
Muy buen texto sobre el fiacum.
Saludos!