Ir al contenido principal

Crítica de "Todo para ser felices/ Tout pour être heureux" de Cyril Gelblat




Para cuando comienza la Todo para ser felices el matrimonio de Antoine y Alice ya se ha disuelto en las densas aguas de lo cotidiano. El atinado título de la película nos posiciona de entrada en esta historia de un mal contemporáneo sobre el que el gran Mick Jagger ya nos había hablado ("I can get no satisfaction") y esta imposibilidad de sentirnos plenos aunque lo tengamos todo. Triste condición de la clase media cómoda con problemas más cercanos al orden de lo simbólico que de lo real. 
Temas tan mundanos y concretos como el monto de la manutención de sus hijas sorprenden al protagonista, no porque le sea imposible afrontar el monto mensual impuesto sino porque es en ese momento cuando toma conciencia de lo que cuesta la vida familiar. Este varón que vivía cómodo en su matrimonio con una joven jueza que  está a cargo y puede con todo, pasa a depender de su hermana, otra mujer independiente que hereda por un tiempo la carga de cuidar económicamente de este inmaduro cuarentón que  se encuentra muy a gusto en esa posición. Sin embargo, Antoine trabaja. Es productor musical y, una vez separado, será padre. Como quien empieza un nuevo trabajo, será guiado por sus dos niñas que, de nuevo, tienen todo mucho más claro que él.
La película respira y fluye por varias cuestiones: es un interesante retrato desdramatizado de la masculinidad contemporánea que, en un punto, se ha adaptado al cambio de los roles de género desde la comodidad de los privilegios derivados del trabajo de la pareja, sin culpas ni vergüenza de clase. Y hacer extensiva la situación concreta de Antoine a la masculinidad de clase media burguesa es una estrategia que habilita el propio film: cuando él va a alquilar un departamento y la agente inmobiliaria le cuenta que no les gusta alquilar pisos a padres separados porque, finalmente, les resulta imposibles vivir solos y todo, siempre, termina mal.
Todo para ser felices es otra apuesta valiosa y exclusiva de este espacio alternativo que tenemos el privilegio de tener en Córdoba, el querido Cine Arte Córdoba. 

Todo para ser felices
Comedia
Calificación: Buena (***)
(Francia, 2015). Guión y dirección: Cyril Gelblat. Libro basado en la novela de Xavier De Moulins. Con Manu Payet, Audrey Lamy, Aure Atika, Pascal Demolon y Bruno Clairefond. Apta para mayores de 13 años. Duración, 97 minutos. Violencia: nula. Sexo: nulo. Complejidad: nula.

Crítica originalmente publicada aquí
http://vos.lavoz.com.ar/cine/todo-para-ser-felices-el-delicioso-oficio-de-educar-papa

Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS MEJORES PELÍCULAS DEL AÑO (para mi)

Como todo ranking, éste es subjetivo y caprichoso. Tampoco tiene orden de prioridad. Es decir que está compuesto por películas que ahora forman parte de mi. Son distintas entre sí y casi todas pude verlas en pantalla grande, dato no menor ya que cada vez se hace más evidente la diferencia que significa el lugar, la manera y la calidad del visionado para que un film permanezca o pase de largo.  He armado dos grupos. Uno compuesto por 5 películas argentinas y otro por 6 películas internacionales.  Empecemos, pues:  TRENQUE LAUQUEN (Laura Citarella, Argentina, 2022) Las películas de Citarella son mundos (espacio), son momentos (tiempo) a los que quiero mudarme. Quiero recorrer las calles de Trenque Lauquen en la bicicleta de la protagonista; quiero escuchar el programa de radio del pueblo donde las mujeres cuentan las cosas más interesantes; quiero comer las dos medialunas que dejó el protagonista que, enamorado, obsesionado, preocupado busca a su novia siguiendo huellas imposible

Sobre "Muchachos, la película de la gente".

Filmar lo popular, construir lo argentino El jueves 7 de diciembre se estrenaron dos películas sobre el Mundial en el que Argentina ganó su tercera copa. Una,  Elijo creer , es la película oficial de la AFA. Su relato está construido mediante entrevistas de estudio, tranquilas, con distancia histórica y en la que tienen voces los protagonistas en primera persona. Es decir, considera como protagonistas solo a los que jugaron el mundial.  Mientras que  Muchachos, la película de la gente  es todo lo opuesto. Y desde los poster de ambas se plantea la clara diferencia. Mientras que  Elijo creer  pone a Messi en el centro de la imagen, con la copa en la mano, y con algunos de los jugadores satelitales a su estelaridad,  Muchachos  muestra a la selección fundida en un abrazo sin rostros sobre un mar de personas.   Ambos filmes se insertan dentro de una tradición que comenzó con  La fiesta de todos , la película oficial del mundial del ‘78, dirigida por Sergio Renán y con pequeños sketch cómic

THE WOMAN WHO RAN (2020), DE HONG SANG-SOO

“Entre gallos y medianoche” Escribir sobre una película del director Hong es escribir sobre el director y, siempre, escribir sobre su filmografía como una unidad casi inseparable. Muchos de sus más de 20 films comparten temáticas muy similares que, básicamente, abordan los recuerdos y la memoria; las imágenes que les quedan a los personajes sobre ciertas personas que pasan por sus vidas y los momentos clave donde memoria y presente se confrontan, y están lejos de ser compatibles. Lo curioso, es que esa misma operación dialéctica sucede en la memoria del espectador cuando intenta recordar cuál de los films de Hong es ese  en el que estoy pensando . Algunas ayudas hay, juegos narrativos de repetición, por ejemplo, que acercan la posibilidad de distinguirlas, pero, en general, se configuran en nuestra memoria como parte nuestra, como, quizás, un recuerdo que me pertenece, así más sea el propio recuerdo de haberla visto.   También se pueden agrupar las películas en diferentes grupos: p